Madrid,
9 dic (PL) En una Europa acosada por los efectos de una crisis que se
ceba con los ciudadanos, el presidente boliviano, Evo Morales, explicó
en Madrid los innegables avances socioeconómicos alcanzados por su país
durante los últimos siete años.
Hemos empezado a cambiar Bolivia, subrayó Morales, quien este sábado
asistió a la premier europea de la película Insurgentes, del reconocido
cineasta Jorge Sanjinés, en el cine Capitol, ubicado en la emblemática
Gran Vía de la capital española.
El primer presidente indígena
en la historia de esa nación andina expuso la profunda transformación
económica que se produjo tras su llegada al poder en 2006, algo que,
reconoció, no hubiera sido posible sin el apoyo de los movimientos
sociales.
Como ejemplos de esos progresos citó que en 2005, el
90 por ciento de las transacciones comerciales eran en dólares, mientras
que en la actualidad el 75 por ciento de ese intercambio se realiza en
bolivianos, la moneda de su país.
Del mismo modo, la inversión
pública pasó de 600 millones de dólares, siete años atrás, a seis mil
millones en 2012, lo cual atribuyó a la nacionalización de los
hidrocarburos emprendida por su administración.
Teníamos dos
compromisos con el pueblo, la recuperación de los recursos naturales, en
particular el petróleo y el gas, y la instalación de la Asamblea
Constituyente para la refundación de Bolivia, recordó Morales sobre su
programa de gobierno.
Ahora, por la Constitución, servicios
básicos como el agua, la luz y las telecomunicaciones no pueden ser de
dominio privado, sino público, enfatizó ante un auditorio que padece en
carne propia las medidas neoliberales impuestas a Latinoamérica en la
década de 1990.
Cómo es posible que el agua, que es la vida
misma, pueda ser un negocio privado, se preguntó el mandatario, luego de
indicar que las empresas, como como los seres humanos, deben trabajar
para ganar, pero no para saquear.
En un adelanto de la rendición
de cuenta de su gestión que hará hoy en Barcelona ante sus compatriotas
radicados en el exterior, el estadista rememoró que antes de las
nacionalizaciones el 82 por ciento de los beneficios eran para las
empresas y el 18 por ciento para los bolivianos.
Hoy, es al
revés, el 82 por ciento de las utilidades que genera la explotación de
estos recursos es para los bolivianos y el 18 para las transnacionales,
porcentaje con el que recuperan su inversión y tienen además ganancias,
aclaró.
Dentro y fuera de la tierra, el petróleo y el gas es
ahora del pueblo boliviano, enfatizó Morales, quien antes se había
referido al término "en boca de pozo", inventado, según dijo, por los
gobiernos neoliberales que le precedieron.
Entonces nos decían
que los recursos mientras estaban bajo el suelo seguían siendo
bolivianos, pero cuando salían ya eran de las transnacionales, remarcó.
Esa es la nacionalización y eso ha hecho cambiar la economía nacional,
destacó el presidente boliviano, quien admitió que aún no se han
resuelto todos los problemas porque es imposible satisfacer toda la
demanda acumulada durante 500 años.
Morales, quien la víspera
fue recibido por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy,
manifestó que para conseguir la igualdad y la dignidad de todo el mundo,
es muy importante la unidad.
En la ciudad Condal, Morales
también se reunirá este domingo con representantes de movimientos
sociales españoles, a los que presentará los pilares fundamentales de su
política interna y exterior. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario