6 de abril de 2012

Rechaza Siria imputaciones de alta comisionada de derechos humanos





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Damasco, 6 abr (PL) Siria rechazó imputaciones de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, al considerarlas que están basadas en falsedades y fabricaciones y sin que se haya molestado en verificarlas.

En una carta dirigida a esa funcionaria de la ONU, la cual circula hoy aquí, el MInisterio de Relaciones Exteriores sirio la acusa de abandonar su trabajo para convertirse en fiscal contra los países que Occidente ha escogido como blancos.

"Se supone que la alta comisionada de la ONU asumiera la responsabilidad de su puesto y reseñara con honestidad las violaciones a los derechos humanos que cometen en Siria los grupos armados terroristas, y en cambio recopila calumnias y fabricaciones, y las propaga como si fueran hechos, sin molestarse en verificarlas", subraya la misiva.

Es asombroso -agrega- que utilice los recursos humanos y financieros de la ONU contra Siria para articular mentiras y hacer exigencias totalmente fuera de su jurisdicción.

La postura contra Siria de la alta comisionada se ha hecho evidente en la medida que ignora el terrorismo del que es víctima el pueblo sirio a manos de los grupos armados apoyados desde el exterior, y desecha la gran cantidad de evidencia sobre crímenes de lesa humanidad perpetrados por esas bandas, resalta el documento.

En su carta, la Cancillería denuncia que la alta comisionada permanece impasible ante los seis mil 143 civiles sirios que han matado los grupos terroristas o los mil 590 ciudadanos que han sido secuestrados, y de los que todavía se desconoce la suerte de dos terceras partes.

El Ministerio del Exterior afirma que el gobierno sirio se comprometió a investigar todos los alegatos sobre violaciones de los derechos humanos, pero se quejó de que la alta comisionada no ha compartido ninguna de las imputaciones que ha recibido, "ni tampoco se ha esforzado por contribuir a una solución pacífica, lo cual indica que debe revisar su postura respecto a Siria", concluye.

A su vez, el representante sirio ante la ONU, Bashar al-Jaafari, denunció que el actual presidente de turno de la Asamblea General de la ONU, el diplomático catarí Nassir Abdul Aziz al-Nasser, boicoteó su participación en la sesión efectuada la víspera en la que Kofi Annan se dirigió a ese foro.

En entrevista con la agencia de noticias SANA, al-Jaafari acusó a al-Nasser de utilizar a la Asamblea General para impulsar la agenda anti-siria de Catar y Arabia Saudita, y para lograrlo viola las normas internacionales establecidas y las de ese órgano.

Repudió que el diplomático catarí, haciendo uso de su potestad como presidente de ese foro, le impidió hacer una pregunta al enviado especial de la ONU, y también ordenó que detuvieran la transmisión de televisión de la sesión cuando le correspondió el turno para dirigirse al pleno.

"La actitud de al-Nasser quien no está interesado en que termine la violencia en Siria, como dice estar, no tiene precedente en la transgresión de los procedimientos de la Asamblea General de la ONU, lo cual evidencia la interferencia de Catar y su intención de usar este foro como plataforma contra Siria", condenó al-Jaafari.

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