Con ese avance queda atrás una de las peores consecuencias del desastre ocasionado por el meteoro, que dejó sin fluido eléctrico a esta ciudad por más de una semana.
Casi 280 mil clientes, de los cerca de 323 mil del territorio, ya reciben ese servicio y agradecen el esfuerzo descomunal de los trabajadores de la Empresa Eléctrica en la provincia y de los que llegaron desde las restantes del país desde el primer momento de la catástrofe.
Igualmente resaltan la recuperación de las redes telefónicas, que tiende a la normalización de las comunicaciones, y los pasos hacia la estabilidad en el suministro de agua.
Esas necesidades básicas van mejorando a la par de la limpieza de esta ciudad, donde se han retirado millones de metros cúbicos de escombros y despojos, principalmente por las decenas de miles de árboles derribados por los fuertes vientos y la destrucción de inmuebles.
Aunque la provincia y en particular la urbe cabecera muestran un panorama más alentador, queda una huella negativa difícil de borrar en breve tiempo, relativa a la infraestructura habitacional y de otras edificaciones, severamente dañadas por los vientos.
(Con información de PL)(Tomado de Cubadebate)
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