| Asunción,
 25 nov (PL) Aníbal Carrillo, candidato presidencial del Frente Guasú, 
coalición de organizaciones paraguayas de izquierda, afirmó hoy que los 
sistemas judicial y electoral respaldan el monopolio del poder por los 
partidos golpistas. En declaraciones a Prensa Latina, Carillo demandó una auditoría del 
padrón electoral nacional y aseguró que todas las instancias técnicas de
 la justicia electoral están en manos de los partidos tradicionales 
comprometidos con la destitución del presidente Fernando Lugo.
 
 Agregó que no ofrecen garantía alguna para el actual proceso electoral y
 los comicios de abril del 2013 y colocó como un ejemplo los mecanismos e
 ineficiencias que apenas permitirán votar a 30 mil de los 700 mil 
paraguayos radicados en el exterior en edad de sufragar.
 
 Pusieron obstáculos premeditados que impidieron la inscripción masiva y 
no aceptan una propuesta de los migrantes para usar el voto automático 
de los inscriptos en los diferentes registros electorales, porque saben 
es un voto de conciencia, que apuesta al cambio, dijo.
 
 Para 
Carrillo existen preocupaciones acerca de la seguridad comicial y 
recordó que el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) reconoció 
inmediatamente, en junio pasado, al gobierno surgido del golpe de Estado
 parlamentario.
 
 Al referirse al Poder Judicial hizo énfasis en 
lo que definió como encubrimiento a lo sucedido realmente hace cinco 
meses en la localidad de Curuguaty, durante un desalojo, con balance de 
11 campesinos y seis policías muertos.
 
 Ese fue un hecho 
emblemático, parte de una conspiración iniciada con el asesinato de 17 
compatriotas para justificar un juicio político y destituir a un 
presidente, algo  ue el sistema judicial está encubriendo, manifestó.
 
 Añadió que los partidos embarcados en la aventura golpista y en el 
sangriento episodio de Curuguaty dominan el proceso judicial y la 
Fiscalía hace lo posible por obstaculizarlo porque  detrás de los 
asesinos está el poder político dominante, al cual debería investigar.
 
 Ese viejo poder, que también reprime a los jóvenes y al pueblo en 
general en sus protestas, está temblando porque va a ser desplazado por 
la  movilización ciudadana, social y popular, concluyó Carrillo.
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