Washington,
17 dic (PL) Los republicanos, encabezados por el presidente de la
Cámara, John Boehner, mantienen hoy sus exigencias para que el gobierno
recorte programas sociales a cambio de evitar el llamado abismo fiscal
en Estados Unidos.
Las tensas y dilatadas negociaciones de las últimas semanas no arrojan,
hasta ahora, los frutos esperados por el presidente Barack Obama para
subir los impuestos al dos por ciento de los estadounidenses, sector
donde se ubican los más pudientes del país.
Algunos medios
destacaron la víspera que los republicanos se mostraron por primera vez
dispuestos a aceptar alzas de impuestos a los millonarios, pero
condicionado a recortes sociales como cambiar la base sobre la que se
calcula quién tiene derecho a acceder a los programas de salud estatal.
En contra de la idea gubernamental de subir el impuesto a los que ganan
más de 250 mil dólares al año, la oposición propone gravámenes a
quienes ganen más de un millón de dólares.
Si no hay pacto en la
puja, a partir de enero habrá aumentos automáticos de tributos y
recortes del presupuesto por valor de 600 mil millones de dólares.
Este problema tiene su raíz en la alta deuda del país, que supera los
16 billones de dólares y que ninguna de las partes encuentra como
enfrentar.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la
combinación de subir cargas y reducir gastos podría provocar una
contracción de 0.5 por ciento el próximo año e incrementar el desempleo
de 7.9 por ciento a 9.1 por ciento, o lo que es lo mismo la vuelta a una
etapa recesiva en la economía.
Algunos analistas alertan que
una insolvencia de pago sistematizada, a causa del déficit y la baja de
recaudación fiscal, conducirá a un repunte de la crisis financiera en
Estados Unidos, ya no a nivel de los bancos y entidades privadas, sino a
nivel estatal.
Hace pocos días, Ben Bernanke, presidente de la
Reserva Federal de Estados Unidos, llamó al Gobierno y al Congreso a
lograr un acuerdo para evitar el abismo fiscal, subrayando que
constituye una gran amenaza para la economía del país.
Asimismo
destacó la importancia de iniciar 2013 con un acuerdo bipartidista para
aprobar un aumento en el techo de la deuda que actualmente asciende a
16.4 billones de dólares.
Pese a los peligros que presuntamente
se ciernen sobre el país, aunque muchos lo dudan, Boehner solo ofrece un
aumento de tributos a las familias que ingresan más de un millón de
dólares anuales.
También insiste en drásticos recortes en el gasto y una ambiciosa reforma de los programas sociales, según el diario Político.
Al respecto, la Casa Blanca informó la víspera que Obama no aceptará la
presunta propuesta republicana a cambio de más recortes a programas de
subsidios.
Lo cierto es que ya quedan pocos días para un acuerdo
y nada se observa que resulte alentador en el oscuro túnel que pudiera
terminar en el denominado abismo fiscal. |
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