Cuba está actualizando su política migratoria. Un proceso que responde a nuestra realidad y se proyecta hacia el futuro. Una decisión soberana de nuestro Gobierno, pese a que permanecen la hostilidad permanente de EE.UU. contra nuestro país, el bloqueo genocida, la asesina Ley de Ajuste Cubano y el estímulo a la emigración ilegal.
A tono con el perfeccionamiento de nuestro modelo económico y social, las medidas adoptadas facilitan las posibilidades de viaje para la inmensa mayoría de los cubanos residentes en el país o en el exterior, eliminan trámites a la población, propician la reunificación familiar, dan oportunidades para el cumplimiento de contratos de trabajo en el exterior a quienes lo deseen, y contribuyen al incremento sistemático de los vínculos de la Nación y sus emigrados.
La eliminación de la solicitud de Permiso de Salida y el requisito de la Carta de Invitación hacen más expeditos los procedimientos migratorios y ahorran tiempo y dinero a los ciudadanos.
Tales requisitos, que nacieron de la necesidad de enfrentar la manipulación descarada del tema migratorio por las autoridades norteamericanas y el intento de saquear el talento de la nación, cumplieron su rol histórico y fueron instrumentos defensivos de la Revolución. Ellos incluso no fueron óbice para un creciente flujo de miles de cubanos que han viajado temporalmente al exterior en estos años. Más del 99% de las solicitudes de Permiso de Salida en estos 20 años fueron concedidos. Pero ante nuevas condiciones, nuevas y pensadas decisiones.
Así también se inscribe la disposición de extender a 24 meses la permanencia autorizada en el exterior de los residentes en Cuba que viajen por asuntos particulares, cuando hasta hoy ese periodo se limitaba a 11 meses.
Otros pasos emprendidos son de especial significación: La ampliación del permiso de estancia en el país hasta 180 días a los cubanos residentes en el exterior y a 90 días para los emigrados; la reducción a 18 años de la edad para solicitar personalmente el pasaporte corriente (era 21 años); la autorización a los niños y adolecentes menores de 18 años para viajar temporalmente al exterior siempre que cuenten con la anuencia legal de sus padres; las disposiciones laborales que autorizan que, además de las vacaciones acumuladas, los trabajadores pueden disponer de dos meses consecutivos de licencia sin sueldo si lo necesitan para viajar al exterior sin perder su puesto laboral: las facilidades de cobro de las pensiones para los cubanos beneficiados por la Seguridad Social que salgan del territorio nacional, incluidos los autorizados a residir en el exterior; y la derogación de la Ley de 1961 que disponía la nacionalización mediante confiscación de los bienes, derechos y acciones de quienes salía definitivamente del país.
La Revolución está dando pasos razonados y seguros, acordes con las aspiraciones mayoritarias de nuestro pueblo, consecuentes con una política migratoria que sostiene el derecho de viajar y la emigración legal, segura y ordenada, y en favor de la mayoría amplia de los cubanos asentados en más de un centenar de países que mantienen vínculos normales con sus familias en Cuba y respetan a su Patria y a su pueblo. A lo ya anunciado, se incorporarán paulatinamente nuevas decisiones.
Como se ha expresado, si las medidas no son más amplias, se debe a la permanente política agresiva del gobierno de EE.UU, que tiene al tema migratorio entre sus principales armas, incluyendo la práctica y promoción descarada del robo de cerebros y talentos de nuestro país. Y esa política - según reaccionaron el martes voceros del Departamento de Estado norteamericano- no tendrá variación.
Ahora que Cuba - asediada, vilipendiada, agredida - ha dado más facilidades de viaje a sus ciudadanos, sería bueno conocer cuándo el Gobierno de Estados Unidos eliminará la prohibición a sus nacionales para visitar este país cercano, libre, seguro y lleno de bellezas naturales. ¿Quo Vadis, Washington?
(Tomado de Cubadebate)
No hay comentarios:
Publicar un comentario