Naciones
Unidas, 1 oct (PL) Siria llamó hoy a los países de la ONU a presionar
para acabar con el suministro de armas, financiamiento, protección y
entrenamiento a los grupos terroristas en ese país y así poner fin a la
violencia.
El reclamo fue hecho por el viceprimer ministro sirio y titular
de Relaciones Exteriores, Walid al-Moallem, al hablar este lunes ante
el plenario de la Asamblea General y señalar que Damasco todavía cree en
una solución política para salir de la crisis.
Para eso, instó a
todas las partes y grupos políticos, de dentro y del extranjero, a un
diálogo constructivo y apuntó que "las puertas y el corazón de Siria
están abiertas para cualquiera que desee la construcción y el diálogo".
Dijo que los resultados de ese diálogo nacional serán "el mapa y el
camino futuro del país en el establecimiento de una Siria más plural y
democrática".
Al-Moallem explicó que el éxito de los esfuerzos
internacionales requiere, además del compromiso del gobierno sirio, el
de los Estados que apoyan a los grupos armados, entre los que mencionó a
Turquía, Arabia Saudita, Qatar y Libia.
Asimismo, subrayó que
el fracaso del Consejo de Seguridad en emitir una condena a los actos
terroristas en Siria obedece a que algunos de sus miembros respaldan
esas acciones.
También denunció que la campaña terrorista está
acompañada externamente de una provocación mediática sin precedentes que
alimenta el fuego del extremismo religioso.
Afirmó que esa
estrategia está impulsada por varios Estados de la región que
proporcionan armas, dinero y hombres a través de las fronteras de
algunos países vecinos.
Al respecto, denunció además a los
gobiernos de Estados Unidos y Francia por inducir claramente y respaldar
el terrorismo en Siria.
El ministro resaltó el apoyo de su
gobierno a la misión de observadores de la ONU que laboró en su país y a
las iniciativas del anterior enviado especial del organismo mundial,
Kofi Annan, entre ellas su llamado plan de seis puntos.
Igualmente, patentizó el respaldo de Damasco al comunicado de Ginebra
que en junio pasado apuntó la necesidad de implementar la iniciativa de
Annan y al nuevo representante especial de la ONU, Lakhdar Brahimi.
Siria continuará trabajando con los componentes patrióticos de la
oposición para edificar un nuevo país plural y democrático que responda a
las aspiraciones de su pueblo, insistió.
Pero al mismo tiempo,
aclaró, cumplirá su deber de proteger al pueblo del terrorismo
jihaidista y takfiri, los cuales arman a los grupos terroristas que
expanden el caos, crean la sedición entre los sirios y amenazan la
coexistencia pacífica. |
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