Washington,
7 sep (PL) La 46 Convención Nacional Demócrata cerró sus puertas en
Estados Unidos, con la convicción de que para ganar las urnas hay que
convencer al electorado en temas apremiantes como empleos, economía,
impuestos, déficit, energía, salud y educación.
Duante su discurso de aceptación a la candidatura demócrata a la
reelección, el presidente Barack Obama recordó que las grandes
decisiones se toman en Washington y que "tendrán un gran impacto en
nuestras vidas y en las de nuestros hijos en las próximas décadas".
Obama subrayó que las elecciones del 6 de noviembre no serán solo entre
dos partidos, sino entre dos caminos diferentes para el país y se
enfrentarán dos visiones diferentes de cara al futuro.
"No voy a
pretender que el camino que estoy ofreciendo sea rápido ni fácil. Nunca
lo he hecho. Usted no me eligió para decirle lo que quería oír. Me
eligió que le diga la verdad", subrayó el gobernante.
"Y la
verdad -agregó- es que se necesita más que unos pocos años para que
podamos resolver los problemas que se han acumulado durante décadas".
Se refirió a las propuestas para un segundo mandato, que incluyen la
creación de un millón de nuevos empleos para finales de 2016, aumentar
al doble las exportaciones para el 2014 y cortar a la mitad las
importaciones de petróleo para el 2020.
También planteó la
necesidad de reducir el crecimiento de las matrículas universitarias a
la mitad en los próximos 10 años, reclutar 100 mil maestros de
matemáticas y ciencias en el mismo período y capacitar a dos millones de
trabajadores para puestos de trabajo reales en los colegios
comunitarios.
En las urnas, Obama tendrá de rival a Mitt Romney,
quien aceptó la nominación presidencial del Partido Republicano la
semana pasada, durante su convención nacional en Tampa, Florida.
Durante la última jornada de la 46 Convención Nacional Demócrata,
Joseph Biden, candidato demócrata a la vicepresidencia, reafirmó que
"estamos en una misión para mover este país hacia delante, sacarlo de la
deuda y la recesión, y cumplir la promesa de alcanzar la prosperidad",
enfatizó.
Refiriéndose a Obama y Romney, dijo que son dos
hombres que tratan de dirigir el país en los próximos cuatro años, pero
con visiones fundamentalmente diferentes, y con un conjunto de valores
completamente diferentes.
Por su parte, el senador John Kerry,
excandidato presidencial en 2004, calificó a Romney de extremista que
carece de criterio y de visión para estar en la Oficina Oval.
Kerry rechazó también las políticas propuestas por Romney, a quien
consideró como alguien "fuera de contacto en su casa, de su profundidad
en el extranjero y fuera de la corriente principal".
"Romney y
(Paul) Ryan son la pareja de candidatos a presidente y vicepresidente
más inexperta en política exterior en las últimas décadas", sentenció
Kerry. |
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