Rusia y China vetaron este sábado en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) por segunda vez resolución de la ONU contra Siria. Moscú insistió en eliminar ambigüedades en el texto presentado a las delegaciones.
Trece países votaron a favor del proyecto propuesto por los países árabes y europeos. Sin embargo, Rusia y China (que tienen derecho a veto del máximo órgano de la ONU) volvieron a votar en contra, tal como lo hicieron el pasado 5 de octubre.
Las potencias occidentales estuvieron dispuestas a llevar a votación un nuevo proyecto de resolución sobre Siria, pese a la conocida oposición de Rusia a la aprobación del proyecto por considerar que incluye una amenaza implícita contra Siria.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó previo a la votación que el consenso sobre la resolución contra Siria era posible “si nuestros colegas del Comité de Seguridad de Naciones Unidas muestran un ánimo constructivo en relación con las modificaciones propuestas por la Federación de Rusia”.
“Si nuestros colegas expresan un ánimo constructivo, entonces no tendremos una resolución como la de Marruecos, sino una aceptada colectivamente por el Consejo de Seguridad, que estoy seguro será firmado por todos los países sin excepción alguna. Y de tal modo concluiremos el proceso consensual, que inició con la introducción de la resolución rusa el año pasado”, anunció Lavrov a los periodistas.
El fin principal de las enmiendas rusas a la resolución de Siria es elaborar un documento en el Consejo de Seguridad de la ONU que abra un camino pacífico para salir de la crisis siria desde marzo pasado, así lo anunció el viceministro de Exteriores de Rusia, Gennadi Gatílov, en su cuenta de Twitter.
Según fuentes oficiales del organismo, la última versión discutida en el Consejo de Seguridad omite partes esenciales de propuestas iniciales hechas por Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Marruecos y que obligaban entre otras cosas, a la salida del presidente Al Assad, del poder.
También elimina los reclamos de las potencias occidentales y de algunos Estados árabes para imponer sanciones y un embargo de armas a Siria.
Las discusiones en la sede de la ONU del proyecto de resolución sobre Siria habían quedado suspendidas cuando una nueva redacción del texto fue enviada a las naciones de cada miembro para que sus gobiernos decidieran sobre su letra.
El borrador del texto que fue enviado a los países miembros del organismo para que lo analizaran y así buscar su aprobación, incluye una amenaza implícita: Si durante 21 días las autoridades sirias no cumplen con los requisitos de la resolución, el Consejo puede considerar “medidas adicionales”.
(Con información de Telesur)
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