Cientos de palestinos y miembros de las fuerzas de seguridad israelíes se enfrentaron hoy en el interior de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, con un resultado de cuatro palestinos arrestados y once agentes heridos leves, informó la Policía.
Policías regulares y de fronteras entraron al recinto, tercer lugar más sagrado del Islam, “tras ser atacados con piedras” después del rezo musulmán del mediodía, el más importante de la semana.
Los agentes “emplearon granadas de ruido para contener los disturbios”, indicó el portavoz policial Mickey Rosenfeld, al destacar que la normalidad ha vuelto a la zona de la Explanada.
La agencia palestina “Maan” asegura que las fuerzas de seguridad también lanzaron gases lacrimógenos.
Los ánimos se han caldeado en la última semana en torno a la Explanada, a causa de la visita al lugar que intentó el pasado domingo Moshe Feiglin, líder del ala más derechista del gobernante partido Likud de Benjamín Netanyahu.
La Policía impidió el paso a Feiglin por el riesgo de disturbios, como los que produjo en 2000 el hiperprotegido paseo del entonces líder de la oposición, Ariel Sharón, y que marcaron el inicio de la Segunda Intifada.
La iniciativa de Feiglin, anunciada a bombo y platillo, iba acompañada de la distribución de panfletos en los que se animaba a expulsar a los “enemigos de Israel” del lugar, donde se cree que se alzaba el Segundo Templo judío, destruido por el Imperio Romano en el siglo I de nuestra era, y que una parte del nacionalismo religioso aspira a reedificar.
“Pedimos que ni colonos, ni radicales ni soldados entren en Al-Aqsa para evitar fricciones”, señaló hoy Muhamad Husein, de la autoridad religiosa encargada del recinto, quien advirtió al Gobierno de Netanyahu de que tendrá que “asumir las consecuencias” si la situación se desboca, según la edición digital del diario “Yediot Aharonot”.
El martes, tres palestinos fueron arrestados a raíz de una visita a la Explanada de un grupo de israelíes y dos días después se repitieron los disturbios, con 21 detenciones y una declaración policial de alerta máxima ante posibles visitas provocadoras, señala la agencia “Maan”.
La Policía impidió el paso a Feiglin por el riesgo de disturbios, como los que produjo en 2000 el hiperprotegido paseo del entonces líder de la oposición, Ariel Sharón, y que marcaron el inicio de la Segunda Intifada.
(con información de EFE)
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