“La paz con justicia, la paz con dignidad, la paz con amor, la paz con solidaridad, la paz con cristianismo, socialismo y solidaridad”, estas fueron las primeras palabras del presidente reelecto de Nicaragua, Daniel Ortega, luego de ser juramentado en su tercer mandato.
Desde la Plaza de la Revolución en Managua, el mandatario centroamericano ratificó que hoy más que nunca el mundo demanda paz, “paz con trabajo, paz con unidad de toda la gran familia del planeta tierra. Qué tanta falta esa paz (…) Para llegar a la paz hay que partir de un principio, y es que en estos tiempos no hay guerra posible con armamento atómico que permita la supervivencia de la especie humana”.
Es necesario cambiar el modelo guerrerista por el modelo de amor, expresó Ortega.
“La guerra en Nicaragua ha quedado enterrada para siempre, para nunca más volver. En estos 5 años de Gobierno hemos estado trabajando todos, el pueblo-presidente (…) Lo repetimos hoy aquí, el pueblo presidente, los trabajadores presidentes, los campesinos presidentes, los empresarios presidentes, las mujeres presidentes, todos presidentes”, agregó.
Dijo que no hay que temerle al poder en manos del pueblo, más bien destacó que el poder del pueblo es el que ha permitido la estabilidad en la nación centroamericana.
La complementariedad, la solidaridad, la no condicionalidad de la cooperación, el mercado justo deben ser las premisas de las nuevas relaciones y son los elementos que van a garantizar la paz, añadió el jefe de Estado.
El presidente nicaragüense agradeció el apoyo del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, así como la decisión de acompañarlo es este acto histórico. “Ha librado una batalla por la vida de manera integral, porque se trata de una batalla no solo de su vida, sino de todos los pueblos hermanos”.
También agradeció la visita del presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, así como al Gobierno de España, por mantener vínculos cercanos con Nicaragua.
Igualmente, respalda la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, para el beneficio de los pueblos. Aseveró que contra Irán se ha venido armando una gran conspiración, que a fin de cuenta va contra toda la región, contra la paz del mundo.
Cuestionó que no se amenace a los países que tienen armas nucleares, “pero a aquellos que desarrollan la energía nuclear de manera pacífica se les acusa”.
Recordó también que el mandatario de Libia, Muammar Al Gaddafi, fue asesinado de manera brutal. “Qué tenía que hacer la OTAN a bombardear a ese país”, se preguntó Ortega. También condenó las invasiones que lidera el imperio para controlar otras naciones.
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