Los XVI Juegos Panamericanos fueron clausurados hoy a ritmo de rancheras, reggae y calipso, tras 14 días de intensas batallas atléticas.
Deportistas de las 42 naciones de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) fueron los principales protagonistas de una Fiesta de América, que dejará en esta ciudad del occidente mexicano los gratos recuerdos de sus triunfos.
Jornadas en que el tapatío, agradecido y servicial, se mostró como un fiel amante para, jornada tras jornada, formar parte de la familia del deporte continental.
Guadalajara fue una sede palpitante, cumplió con su rol de anfitriona y los más de seis mil atletas participantes le agradecerán el gesto de amor en salas y estadios competitivos.
ÂíMéxico! ÂíMéxico! ÂíMéxico!, coreó el tapatío orgulloso de su nación y de sus representantes que tuvieron el mejor desempeño histórico de su historia con sus flamantes 42 medallas de oro, casi el doble de lo conquistado en Mar del Plata-1995.
Estados Unidos nuevamente escaló a lo más alto del podio panamericano con 92 medallas de oro, 79 de plata y 65 de bronce para reafirmarse en la cúspide del deporte en la región pese a que no concurrió con su selección de lujo.
Por esa razón firmaron su peor cosecha desde la cita de México-1955, cuando cerraron con 88 títulos.
Cuba encabezó otra vez a las naciones latinoamericanas con su espectacular segundo lugar (58-35-43), echando por tierra los cuestionamientos desde el exterior sobre la real potencia de su deporte.
La mayor isla del Caribe llegó y venció con lo que tiene, un deporte que responde a un proyecto social en el que sus atletas con alto sentido de pertenencia y comprometimiento traducen las penurias en oro, plata y bronce.
Brasil con una ardua lucha por la conquista del segundo lugar dejó un agradable recuerdo de cuánto ha avanzado en cuatro años.
Si en Río de Janeiro-2007 dio muestras de un poderío entre signos de admiración, ahora en Guadalajara se acreditó una proeza de gigantes.
Los Juegos dejaron para los libros de la historia 101 récords, muchos de sus dueños estarán en algo más de 10 meses en los Juegos Olímpicos de Londres, una razón poderosa que encontró aquí las primeras luces de la ruta hacia el Olimpo deportivo.
Los mejores Juegos de la historia, los más maravillosos, como los denominara el presidente de la Odepa, el mexicano Mario Vázquez Raña, llegaron a su fin, demostrando que Guadalajara y Jalisco son los mejores anfitriones.
Declaro solemnemente clausurados los Panamericanos Guadalajara-2011. Hago un llamado a la juventud deportiva de América para reunirnos dentro de cuatro años en Toronto en el 2015, dijo alrededor de las nueve y 50 de la noche tapatía.
Quizá la próxima sea una justa distinta y diferente, pero hoy la bella urbe capital del estado de Jalisco luce como una novia enamorada despidiendo a sus novios para nuevas batallas de la mente y el músculo.
(Con información de Prensa Latina)
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