El
Cairo, 4 dic (PL) La oposición egipcia planea hoy concentrarse frente a
la mansión ejecutiva, en el distrito de Heliópolis, en lo que llaman la
marcha del Ultimo Aviso contra las facultades excepcionales del
presidente Mohamed Morsi y la Constitución.
A más de una semana de la vigilia permanente en la Plaza Tahrir y de
disturbios en los que han menudeado los choques entre manifestantes y
policías, la crisis política egipcia aparece más bloqueada que nunca
antes.
El mandatario ha dejado en claro que mantendrá sus
poderes hasta completar lo que denomina la fase de institucionalización
de la revolución, pero los opositores siguen acusándolo de intenciones
dictatoriales y de favorecer la hegemonía política de la Hermandad
Musulmana (HM).
Esa etapa debe culminar con la proclamación de
la Constitución y las elecciones a la Asamblea Popular, programadas en
principio para febrero próximo, por supuesto si las circunstancias lo
permiten.
La pugna permanece inalterada, con los contendientes
cada vez más atrincherados en sus posturas, y la fractura que divide al
país ahondándose por minutos.
Los opositores condenan lo que
califican de intentos de islamizar la sociedad; los partidarios del
presidente desmienten la alegación y recuerdan que Egipto es un país
islámico y debe regirse por los principios de la Charia, la ley
musulmana.
Esta mañana varios periódicos amanecieron en huelga,
al igual que el Club de Jueces, que rehúsan supervisar el referendo
constitucional anunciado por el presidente para el próximo día 15, y la
Suprema Corte Constitucional, que suspendió funciones alegando presiones
de grupos islamistas.
De su lado, el Supremo Consejo Judicial
Egipcio anunció que nominará jueces y fiscales para certificar la
consulta y criticó al gremio de magistrados por "sobrepasar su
autoridad" al declarar el paro.
En ese contexto, el Ministerio
del Interior reveló en un comunicado que "provocadores" planean
infiltrarse en la manifestación pacífica de hoy frente al Palacio
Presidencial y advirtió que no permitirá ataques a las propiedades
públicas o privadas.
Aclaró sin embargo que los agentes del
orden se mantendrán lejos de los manifestantes, "mientras la protesta se
mantenga dentro de cauces pacíficos".
En los casi 10 días de
protestas, las presencia policial en Tahrir ha sido nula, excepto
durante los choques en las calles Mohamed Mahmud y Simón Bolívar,
durante los cuales los primeros dispararon granadas lacrimógenas
respondidas con bombas incendiarias de fabricación casera por los
segundos.
Pero los elementos de conflicto están presentes y aún
cuando la crisis disminuya de acritud, queda la certeza de que el futuro
inmediato de este país es, cuando menos, incierto. |
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