El amor a los semejantes en cada gota de sangre

Escrito por INDIRA FERRER ALONSO

Santiago de Cuba, junio 11.- Donar sangre voluntariamente es una de las acciones cotidianas de decenas de miles de cubanos. Como una tradición pasa de padres a hijos, la vocación por la solidaridad, el acto de humanismo que implica dar vida a quienes no se conoce. Con cada extracción se asegura el suministro de hematíes necesarios cuando el enfermo sufre de anemia, en caso de transplantes o politraumatismos producidos por accidentes de tráfico; y en casos de enfermedades crónicas. Asimismo, se obtienen plaquetas útiles para tratar a pacientes sometidos a quimioterapia, leucemias, transplantes de hígado, que sufren pérdidas de sangre debido a un descenso del número de plaquetas o por un mal funcionamiento de las mismas. Además, la donación de plasma y la creación de hemoderivados a partir de este, benefician a las personas afectadas por hepatopatías, quemaduras graves, y a enfermos hemofílicos. El hecho de que cada vez sean más las personas dispuestas a donar su sangre voluntariamente, no es fruto de la casualidad. En Cuba se organizaron las primeras donaciones voluntarias en 1962 y a partir de 1967 se fueron creando bancos de sangre en todo el territorio nacional, dotados de personal calificado y equipamiento adecuado para lograr un trabajo eficiente. Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) impulsan el programa de donaciones voluntarias, en un trabajo mancomunado con el Ministerio de Salud Pública. La mayor organización de masas del país caribeño moviliza cada año a amplios grupos de personas sanas de 18 a 65 años, y garantiza, con los Destacamentos de Donantes Voluntarios, las extracciones necesarias en caso de emergencia o de manera planificada. Una de las fortalezas de este trabajo es la seguridad de quienes aportan sangre y de los pacientes receptores. Luego de un estricto examen físico, se determina si la persona es apta para ofrecer su sangre; y podrá hacerlo cuatro veces al año si es hombre y tres si es mujer. Quienes donan plasma pueden hacerlo en una veintena de ocasiones en igual período. En todos los casos se emplean instrumentos desechables que garantizan la seguridad del procedimiento. Asimismo, las pruebas de serología para descartar la presencia de la Hepatitos B y C, el VIH y la sífilis, así como la obsevancia de normas sanitarias en la extracción el procesamiento, el almacenamiento y la transportación de la sangre, constituyen prioridades en los bancos de sangre cubanos. Otra ventaja es el registro de información sobre los donantes y el control de grupos sanguíneos, que permite localizar a los que tienen tipos de sangre menos comunes, así como los que mayores posibilidades ofrecen para la reducción de riesgos en los pacientes cuyo organismo no admite transfusiones, fácilmente. Cuando el próximo 14 de junio se celebre el Día Mundial del Donante de Sangre, los medios de comunicación extranjeros con mayor audiencia, mencionarán que en naciones como Uruguay, Argentina y España, se ha organizado un sistema para asegurar las contribuciones anónimas para salvar vidas, y resaltarán historias de donantes de otros países que, como “benditos seres raros”, no cobraron una donación cuando lo usual es que se pague como un servicio más. Es muy probable que de Cuba no se hable y aún así miles de cubanos pondrán el amor por sus semejantes en cada gota de sangre.