Por Rosa Miriam Elizalde y Arleen Rodríguez
Fotos: Roberto Chile y Alex Castro
Ha estado trabajando mucho. Durante las últimas semanas ha sostenido reuniones con amigos de paso por la Isla, ofreció una larga entrevista a Michel Chossudovsky, editor principal del sitio web Global Research -de la cual se ha publicado solo la primera parte-, y ha seguido de cerca los acontecimientos internacionales, desbordados de cumbres, elecciones y pésimas noticias para la economía mundial y el futuro de los Estados Unidos.
Pero en la vorágine, Fidel no olvidó el compromiso que contrajo con cinco estudiantes que asistieron a la presentación de La contraofensiva estratégica, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana un par de meses atrás. Los jóvenes lo invitaron entonces a conmemorar el quinto aniversario de su discurso del 17 de noviembre del 2005, una suerte de aldabonazo en el que el Comandante en Jefe alertaba sobre el peligro de las desviaciones internas que podrían hacer reversible la Revolución y sobre graves peligros que acechaban a la humanidad.
Esa es la razón por la que cinco años después de aquella fecha hace un alto y se reúne nuevamente con varias decenas de estudiantes, rectores y dirigentes juveniles en el Palacio de las Convenciones. “Este lugar es más tranquilo… Imagínense que es el Aula Magna”, sonríe Fidel cuando se dispone a leer su mensaje, que irá pespunteando con breves comentarios, algunos jocosos, otros que precisan alguna idea.
Retoma fragmentos de aquel discurso, impresionado él, y todos nosotros, de la actualidad de su análisis: “Confieso -dice- que me sorprendió la actualidad de las ideas expuestas que, cinco años después, son más actuales que entonces, ya que muchas se relacionaban con el futuro.”
Así es: en el 2005, el líder de la Revolución advertía que para impedir que se frustre en Cuba su excepcional proyecto de justicia social, no solo es necesaria la ética de los revolucionarios -”el primer deber de un revolucionario es ser sumamente severo consigo mismo”-, sino la eficiencia del Estado socialista, y nos dejaba como tarea meditar en una pregunta clave: “¿Cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?”
Y por si no fuera suficiente, hace cinco años predijo el peligro de una guerra nuclear en el mundo, afirmó que “nadie tiene derecho a fabricar armas nucleares” y anticipó los planes agresivos de los Estados Unidos contra Irán: “Ahora mismo el imperio amenaza con atacar a Irán si produce combustible nuclear”.
Si no tuviera la fecha del 17 de noviembre de 2005, nadie dudaría que este discurso es una Reflexión reciente y hasta una clave para el futuro. Como afirma el reconocido politólogo mexicano John Saxe Fernández en un ensayo reciente sobre el pensamiento del Comandante en Jefe: “Es que Fidel enfrentó -y entendió- como pocos habitantes sobre la superficie del planeta, lo que tenía -y tiene- ante sí”.
MOTIVACIÓN ESPECIAL
El encuentro comienza unos minutos antes de las 11 de la mañana con las palabras de la Presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), Maidel Gómez Lago. La joven interpreta brillantemente la trascendencia de aquel discurso en el Aula Magna en nombre de sus compañeros y habla con la voz entrecortada por la emoción.
Si se mira en perspectiva, lo que Fidel le estaba diciendo a los jóvenes hace cinco años era, nada más y nada menos, que no basta con querer ser revolucionario, que no basta con amar a la Revolución y mantener la confianza en sus líderes históricos: “es necesario, imprescindible, que sintamos la necesidad de mantener y perfeccionar la Revolución”, afirma Maidel.
Ella presenta a los estudiantes que en septiembre pasado le pidieron al Comandante conmemorar el quinto aniversario del discurso en el Aula Magna y para recordarlo, le regalan un cuadro donde se integran dos imágenes y una frase: el rostro del joven Fidel, la escalinata de la Universidad de La Habana y unas familiares palabras, “aquí me hice revolucionario”. El líder de la Revolución recibe además el Premio Alma Mater, con carácter excepcional, que otorga la FEU por la contribución a la formación de las nuevas generaciones.
MANTENER LAS ESENCIAS
“No tengan pena en preguntar”, convoca Fidel a su auditorio, y aclara que en el Mensaje a los estudiantes intenta dar una idea de “la situación que estábamos viviendo, y confirmar que la realidad no depende solo de nosotros, sino del mundo que estemos viviendo”.
En realidad, la primera pregunta la hace él. ¿Cuántos estudiantes universitarios existen hoy en Cuba? 531 000, responde el Ministro de Educación Superior, Miguel Díaz Canel. Aclara que esta cifra está repartida en tres tipos de cursos: el regular diurno (262 000), el curso para trabajadores (261 000) y la enseñanza a distancia (54 000).
Fidel recuerda que una vez afirmó que todo el que quisiera estudiar debería tener la oportunidad de hacerlo. “Pero eso no significaba que el Estado tuviera la obligación de garantizar un cargo para cada uno de los que tuvieran un título o conocimientos de Historia, de Filosofía. Eso es un error; es crear un conflicto entre el conocimiento y las realidades”, añade.
Díaz Canel confirma que se ha sido consecuente con esa idea y se han mantenido el derecho de los cubanos a adquirir conocimientos. “El curso regular lo mantenemos hasta ahora con la garantía de que se les ofrezca a los graduados una ubicación laboral”, afirma.
Sin embargo, algunos organismos de la administración del Estado no hicieron una adecuada previsión de plazas para los recién graduados. “Hoy existen unos 5 600 estudiantes que no hay donde ubicarlos. A la vez, tenemos un déficit de más de 11 000 profesionales en carreras de Ciencias técnicas y agropecuarias, Ciencias naturales y exactas, y Economía”, añade el Ministro.
Para no perder a todos estos jóvenes con alta instrucción, se ha pensado en reorientarlos y darles la posibilidad de especializarse en cursos de posgrados para que puedan ocupar plazas en lugares donde hay empleo.
Pero para que esto no se contradiga con el principio de amplio acceso a la universidad, se le ofrece la oportunidad al trabajador, sin abandonar su puesto de trabajo, para que obtener conocimientos universitarios, lo que lo hará más útil y más eficiente. También, se brinda la posibilidad de la enseñanza a distancia, sin compromiso de empleo.
“Por tanto, se mantienen dos conceptos esenciales concebidos por usted: el de la universalización de la enseñanza y el acceso para todos, sin entrar en contradicción con las necesidades reales de trabajo que necesita la sociedad”, concluyó Díaz Canel.
UN PROBLEMA REAL
Desde la sala, el primero en hablar es Adrián Román González, en representación de la Universidad de las Ciencias Informáticas, institución creada por idea de Fidel, donde -según precisó el joven- los estudiantes producen aprendiendo y aprenden produciendo en proyectos que para el 2012 deben aportar mil millones de dólares y donde, dijo, esperan ansiosos una visita del Comandante en Jefe.
Con orgullo, Adrián habla del papel que ese centro ha tenido, tanto en el debate en defensa del país, a través de las redes sociales, como en la economía nacional, mediante las producciones de software y otros productos informáticos y expresa a Fidel la profunda confianza de su generación en los líderes históricos de la Revolución junto al compromiso de mantenerse fieles a su legado.
Al retomar la palabra, Fidel se concentra en lo que califica como un “problema real”: el crecimiento de la población mundial a un ritmo de mil millones cada 15 años, en el contexto de un sistema que se basa en el reparto arbitrario de sus riquezas, fenómeno histórico que tiene que ver con los procesos de colonización.
“Qué hacían los portugueses en Timor del Este o los holandeses en Indonesia o los ingleses en Pakistán, la India…” se pregunta, advirtiendo que los primeros habitantes de esas regiones llegaron miles de años antes de Cristo y como prueba del saqueo que han experimentado esas naciones, apuntó a los “huecos que van quedando” y a lo que se pretende sacar hoy de lo que quedó tras la primera explotación de África.
¿Qué hacían algunas de las naciones más pobres del mundo en la reciente reunión de APEC, junto a los países más ricos? Como Estados Unidos -14 256 millones de millones de PIB- Japón, que ya perdió el segundo lugar mundial a cuenta del avance de China, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Brasil, cuyo PIB es diez veces menor que el estadounidense a pesar del octavo lugar que ocupa el gigante sudamericano.
La importancia de las diferencias de desarrollo y de la arbitraria distribución de los ingresos mundiales se expresa en confrontaciones como la guerra de divisas que ahora están librando el resto de los países con Estados Unidos, que está arruinado, por una deuda casi equivalente a su elevado PIB.
Para ilustrar las arbitrariedades de la economía actual, Fidel cita lo que Michel Chossudosky había comentado recientemente sobre las camisas hechas en China que Estados Unidos compra a tres dólares, vende a 30 y después carga la diferencia a favor de su PIB. Un PIB cuyo 80 por ciento se obtiene, no a cuenta de productos sino de servicios, muchos de los cuales exporta luego a los países del Tercer Mundo.
A manera de ejemplo, comenta el caso de los juegos, generadores de una preocupante adicción en todo el mundo, por el modo en que distraen a las personas de los reales problemas y por tanto de sus posibles soluciones. Pregunta entonces al estudiante de la UCI, cómo hacen para librarse de la terrible tendencia a utilizar las laptop de estudio para ese tipo de entretenimiento que enajena. Si bien la carga de estudios y trabajo que tiene la universidad es una buena razón para apartarlos de esas adicciones, el estudiante reconoció que no están totalmente libres de esas prácticas.
“No hay dudas de que ese instrumento es lo más extraordinario que ha existido nunca por el desarrollo y la divulgación de los conocimientos”, dice Fidel refiriéndose a todo lo positivo que genera el uso de Internet. Entonces habla de la competencia entre Estados Unidos y China, luego que esta última había creado una computadora capaz de transmitir 2,5 millones de millones de bits por segundo, superior a la más avanzada de su rival.
“Vale la pena estudiar a China, sugiere. China no es Estados Unidos, está luchando contra el sistema impuesto por Estados Unidos, pero (allí) el que rige es el estado, no son las transnacionales.” Recuerda que la gran nación partió de una experiencia comunista, socialista, rectificó lo que tenía que rectificar y actualmente es el país que más y más sostenidamente ha crecido, por encima del diez por ciento por año.
ESTADOS UNIDOS SE ENCAMINA AL FASCISMO
Estados Unidos quiere arruinar a China, pero no por el placer de hacerlo, sino porque no puede sostener su propio sistema, de ahí las consecuencias que tienen las medidas que han tomado al anunciar la impresión de 600 mil millones de dólares que servirán para salvar fundamentalmente los bancos y salvar los bancos en ese sistema conduce inevitablemente a la ruina de un estado incapaz de intervenir para que los bancos operen con racionalidad, aguantando los préstamos, elevando los intereses, etc.
“Esa guerra no la soporta la economía mundial -sentencia- una economía que tiene que satisfacer las necesidades esenciales de casi 7 mil millones de personas que serán 10 mil millones en 25, 30 años más.
“Los chinos tuvieron que aplicar una política dura de una familia, un hijo. Si China no hubiera hecho eso, actualmente solo allí habría más de 2 400 millones de habitantes.” Añade que, en cambio, Estados Unidos se ha vuelto un canal para todos los que están sin empleo en el Tercer Mundo a causa del subdesarrollo y la pobreza, y son horribles las cosas que sufren los emigrantes económicos en “un país que se encamina hacia el fascismo”.
Con horror, el líder histórico de la Revolución recuerda las preocupaciones de Albert Einstein en el sentido de lograr que Estados Unidos tuviera el arma nuclear antes que los nazis. “Ahora el problema que no pudo imaginar Einstein es que el fascismo se podría dar en el gobierno Estados Unidos y viene por ese camino”, y advierte acerca de las ideas fascistas del llamado Tea Party, gran triunfador de las últimas elecciones norteamericanas.
“No hay esperanzas”, apunta, precisando que ese país está arruinado pero no en beneficio de la izquierda sino de la extrema derecha. No es un dato menor esa situación en un país que se ha apoderado de las principales fuentes de petróleo, donde además tiene una situación insostenible.
Analizando las situaciones particulares de Afganistán e Iraq, rememora las advertencias que en su momento hizo a un dirigente de Iraq para que evitaran los pretextos yanquis para una agresión, la que finalmente ocurrió poco tiempo después y comentó las distintas teorías que afirman que los afectados son millones y las víctimas mortales sobrepasan el millón de personas, según Global Research.
Después de comentar las interioridades de la política interna de Iraq y los intentos del actual presidente por lograr una unidad entre todas las tendencias religiosas, porque solo en la unidad están las posibles salidas a su situación, dijo: “Ese es Irak, la guerra se supone que no está allí, aunque no hay ninguna seguridad. Invadieron ese país por gusto, lo que querían apoderarse del petróleo…Necesitaban esa guerra y la lanzaron, ahora lo que no se sabe es cómo van a salir de allí.”
La situación no es mejor para EEUU en Afganistán, comenta, y refiere la importancia de informarse sobre la próxima Cumbre de la OTAN que se celebrará en Portugal el 19 y 20 noviembre.
¿SALDRÁ O NO SALDRÁ EL CAPITALISMO DE ESA CRISIS?
Volviendo al tema de la economía, comenta que Europa no puede sostener esa guerra y llamó la atención sobre los reportes de televisión desde los países más ricos del continente, donde la gente está literalmente sublevada a causa de las medidas económicas.
Todos están tirados en el suelo como se dice, contra EEUU por la devaluación de su moneda, porque eso afecta no solo a China sino a todos los países: a Alemania, un país exportador, a todos los europeos, a los japoneses, a Brasil lo afecta terriblemente.
“¿Saldrá o no saldrá el capitalismo de esa crisis? ¿Cuánto durará si salen? ¿Cómo será la próxima? Creo firmemente que el sistema no soporta. Hacen falta medidas extraordinarias que están muy lejos de tomar”, añade.
Sugiere a los estudiantes estar atentos a todos esos temas por su trascendencia y significado para todo el mundo, en esta época en que gracias a los avances tecnológicos es posible saber con precisión matemática cuando se llegará a los 7 mil y a los 8 mil millones de habitantes en el planeta.
Se remontó al momento que vivieron otras generaciones, cuando hace 500 años los europeos conquistaron y se repartieron el mundo con espadas de hierro forjado y pólvora. ¿Cuánto iba a durar esto? ¿Otros 500 años? Pues sencillamente no va a durar, porque ya no tienen fórmulas para sostenerlo.
“A mí parece que estos son temas sobre los que tienen que interesarse los estudiantes, escuchar a todo el mundo. Ustedes tienen muchos y brillantes profesores, cientos de gente que piensa”.
Les sugiere plantearse todas las interrogantes posibles sobre la evolución de la población del planeta, los recursos materiales, las sociedades de consumo y las sociedades no basadas en el consumo, entre otros asuntos porque “a ustedes les ha correspondido hacerlo por estar en las universidades en este momento”.
Yusuam Palacios, estudiante de Derecho de la Universidad de La Habana interviene a renglón seguido para recordar la raíz comprometida de ese centro de estudios, de donde emergieron figuras de la talla de Mella y otros tantos nombres gloriosos de la historia contemporánea de Cuba.
EL FESTIVAL DE LA JUVENTUD
Del XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se celebrará el próximo diciembre en Sudáfrica trae noticias, Jesús Rafael Mora, representante de Cuba ante la FMJD. Los jóvenes sudafricanos han decidido dedicar la celebración de la cita mundial a Fidel Castro y Nelson Mandela y de las reuniones más recientes del Comité Internacional surgió la iniciativa de promover en todas las lenguas el conocimiento y análisis de las reflexiones del líder de la Revolución cubana, a partir de la importancia de las advertencias hechas por él sobre los peligros de una conflagración mundial, cuando tenía lugar el Mundial de Fútbol y nadie más parecía interesarse por asuntos tan graves para la Humanidad.
Mora informa que el próximo podría ser el festival de mayor apoyo a Cuba y a su lucha que tan decisiva fue para las independencias de los pueblos africanos. Dice que los organizadores de la cita les han pedido a los cubanos solicitar un mensaje especial de Fidel a los participantes e incluir en el programa una conferencia sobre Cuito Cuanavale y la importancia que tuvo ese combate para la liberación de Namibia y la derrota del apartheid.
Fidel recuerda que los yanquis le dieron armas nucleares al régimen del apartheid, algo que al propio Mandela nunca le informaron los racistas cuando fue electo Presidente de Sudáfrica. Pero advierte que hoy están regando un apartheid económico por África, comprando tierras. Solo en Mozambique, la gente del apartheid ha comprado millones de hectáreas por 90 años. “¿Tú te imaginas que ahora los del apartheid con todo el dinero que tienen se dediquen a comprar todas las tierras y que los países de África no estén conscientes de eso?”, reflexiona Fidel.
YO SOY UN SOLDADO DE LAS IDEAS
Yasmany Fonseca, vicepresidente de la FEU de la Universidad de La Habana, habló de la voluntad de los estudiantes de acompañar el proceso de discusión de los Lineamientos de la Política Económica y Social, del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, algo que comparte con el Comandante en Jefe, porque “es el Primer Secretario del Partido”.
Fidel aclara que él no asiste a este encuentro en calidad de Primer Secretario. “Yo me enfermé e hice lo que debía hacer: delegué mis atribuciones. No puedo hacer algo que no estoy en condiciones de dedicarle todo el tiempo. Si yo mismo no sabía si iba a salir de aquello”, y añade: “Lo hice por disciplina y por los médicos”.
Se ríe: “Iba a decir, ¡a pesar de los médicos! Por lealtad a los médicos y a la medicina.” Vuelve a bromear: “Si me hubieran tratado en Estados Unidos, quizás habría necesitado todo el dinero que me atribuía el bandido ese de la revista Forbes”, aludiendo a la publicación que calumniosamente incluyó hace algunos años al Comandante en la lista de los grandes millonarios del mundo.
Reconoce Fidel que “está contento, porque el país está marchando, a pesar de todos los desafíos”. Aclara que “yo solo soy un soldado de las ideas, como escribí por ahí. No vacilé ni un segundo al deponer mis cargos.”
Dos estudiantes del Instituto Superior de Tecnología y Ciencias Aplicadas (INSTEC), le piden al Comandante un consejo para enfrentar los desafíos del mundo. “¿Un consejo? Ustedes tienen que descubrirlos. Piensen… Hay que estar conscientes de la gravedad de la situación”.
Los convoca a responder algunas preguntas: ¿qué va a hacer el mundo con esta enorme población? ¿Para qué se ha globalizado el mundo? ¿Qué demonios va a pasar en este planeta? ¿Puede aspirarse a una sociedad de consumo?
Repasa la lista elaborada por el FMI en que aparecen los países según su Producto Interno Bruto. “Cuba no está ahí, Cuba no existe”, a pesar de que es la capital mundial de la Medicina. Muchos de los países de esa lista reciben la ayuda solidaria de la Isla, y más adelante recuerda: “Los peores horrores se lo han hecho a África”.
Al joven que pedía consejos, le recuerda que no puede dar fórmulas de solución para los problemas. Habla de la importancia de que los estudiantes universitarios investiguen y utilicen la computación. Ello facilita el acceso a fuentes inagotables de conocimiento: “Es increíble lo que se ha logrado, pero hay que prever el vicio que se adquiere por programas y juegos que no enseñan nada, sino que más bien embrutecen y distraen del estudio y del trabajo. Y por supuesto, hay que dejar tiempo para leer libros, practicar deportes, ir a ver a la novia. Y ya eso es asunto de ustedes…”, bromea.
Uno de los más jóvenes en la sala, que se presenta como estudiante de técnico medio en Electricidad y miembro del secretariado de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) en la capital, le asegura a Fidel que las horas transcurridas han sido un gran regalo y quiere más encuentros como este. “En realidad fue un regalo de ustedes para nosotros”, reacciona el líder de la Revolución, y añade: “¿Nos vemos entonces dentro de cinco años?” Risas. Aplausos. Son algo más de las dos de la tarde y lo último que se escucha a través de un micrófono es la voz de Fidel: “Les agradezco muchísimo. Hemos bromeado, me he sentido muy bien y no me olvidaré jamás de esta reunión”.
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