Quito,
30 jun (PL) El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró hoy que
la decisión de su país sobre la petición de asilo político del
periodista australiano Julian Assange será absolutamente soberana y
responsable.
En su informe semanal al programa Enlace Ciudadano, Correa indicó que
se realizan las consultas pertinentes, pero el Gobierno se tomará el
tiempo necesario para dar respuesta al fundador de Wikileaks, acotó.
Argumentó que cualquier fallo estará apegado a la tradición humanitaria
de la nación, el respeto a los derechos humanos y al debido proceso.
Consideró que es paradójico que Assange haya escogido a Ecuador para
pedir refugio, cuando la prensa corrupta del país y organizaciones no
gubernamentales señalan que aquí no existe la libertad de expresión,
dijo.
Esta semana fue llamada a consultas en Quito la embajadora
en Londres, Ana Albán, para que explicara la situación de Assange,
quien permanece en esa misión hace ya 11 días en espera de una respuesta
a su solicitud.
El periodista australiano argumentó sus temores
a ser extraditado a Estados Unidos desde Suecia, donde es reclamado por
la justicia a causa denuncias de supuestos delitos sexuales.
Expertos señalan que Assange se habría dirigido a Ecuador porque tiene
la convicción de que este país no negociará su caso con Estados Unidos,
además de conocer la posición nacional sobre la soberanía y el respeto a
las libertades y la reacción oficial sobre los cables difundidos por
Wikileaks.
Una de esas notas diplomáticas reveladas provocó la expulsión de Ecuador de la embajadora estadounidense, en abril de 2011.
La víspera, Assange agradeció el trato recibido por el personal
diplomático ecuatoriano en Londres y declaró que no se entregará a la
policía británica.
Susan Benn, portavoz de Assange, señaló que
éste permanecerá bajo protección en el recinto diplomático mientras se
reúnen y se procesan los elementos para resolver el caso. Been indicó
que los abogados de Assange le aconsejaron que tenía que declinar la
citación policial para iniciar su proceso de extradición, tras el
vencimiento del plazo de dos semanas fijado por la Corte Suprema.
"Esto no debe considerarse como una señal de falta de respeto. Tanto en
la legislación internacional como en la británica las demandas de asilo
priman sobre las solicitudes de extradición", explicó la experta. |
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