Los Apuntes filosóficos del Che -inéditos hasta el momento-, que conforman junto a los Apuntes críticos a la Economía Política la base de su pensamiento marxista, reúnen textos de tres momentos de su existencia: anotaciones de su adolescencia y primera juventud; reflexiones escritas entre Tanzania, Praga y Cuba; y los estudios de obras teóricas que emprende a partir de su llegada a Bolivia.
Sus comentarios profundos, irreverentes, evaluadores, enunciadores de tesis, están llenos de sugerencias y nos devuelven a Marx, Engels, Lenin y otros pensadores marxistas. Sus interpretaciones combinan juicios sobre las virtudes y los defectos de las obras con las implicaciones que tuvieron y su lugar en la historia del marxismo, pero también las comenta desde el presente, anotando ausencias, errores y predicciones acertadas.
La compilación estuvo a cargo de los investigadores María del Carmen Ariet García y Fernando Martínez Heredia.
(Con información de Ocean Sur)Nota a la edición
Los Apuntes filosóficos de Ernesto Che Guevara forman parte integral de una obra mayor que, junto a los denominados Apuntes críticos a la Economía Política (Ocean Sur, 2006), conforman la base de pensamiento que permitiría, en pretensiones del Che, «[...] dar cultura marxista al pueblo [...]» como expresara en carta a Armando Hart de 4 de diciembre de 1965 -en aquellos años miembro de la dirección del PCC-, mientras permanecía en Tanzania después de la abortada contienda del Congo.
Esos Apuntes… fueron escritos por el Che en circunstancias muy particulares, entre el Congo, Tanzania, Praga y Bolivia, durante los años 1965-1967, aunque sus antecedentes se ubican, inicialmente, en una etapa formativa enmarcada dentro de la adolescencia y su primera juventud con la redacción de los «Cuadernos filosóficos», así calificados por el joven Ernesto Guevara. Por la complejidad de la última de esas etapas, el Che alude a «ese largo periodo de vacaciones» que le hizo meter «la nariz en la filosofía», como algo que pensaba hacer hacía mucho tiempo.
La edición que se presenta se propuso ordenar los Apuntes… en correspondencia con un orden cronológico de los autores examinados por el Che y plasmados en su estructura original, hasta donde los dejara en el fragor de sus últimos combates, lo que en ocasiones resiente su lectura y sobre todo la añoranza del lector por toparse con más, en ese tremendo empeño de constancia y dedicación. No obstante, en la carta citada y que de hecho sirve de una magnífica introducción al libro -aunque no haya sido concebida para ello- elabora un «ambicioso plan», así denominado, que permite comprender los objetivos que pretendía alcanzar con su plan de lecturas.
Es consciente de que, cada una de las partes en las que concibe el futuro libro, requiere de un arduo esfuerzo por ser «un trabajo gigantesco» que Cuba merece, reforzado, además, por su creencia de que lo podía intentar. Es ese el «intento» que se refleja en los Apuntes…, ordenados para la edición con sus correspondientes anotaciones personales, siempre con ese estilo agudo y sintético que lo caracterizara.
Para dar una mayor comprensión de los estudios de filosofía realizados por el Che a lo largo de toda su vida, se decidió incorporar un exhaustivo contenido de aquellos «Cuadernos filosóficos» mencionados en párrafos anteriores y que, en una tarde de remembranzas con el escritor uruguayo Eduardo Galeano, en su despacho del Ministerio de Industrias en 1964, le explicara que a los diecisiete años había empezado a construir una especie de diccionario de filosofía porque entendía que tanto él como sus amigos lo necesitaban. Una revelación en clave muy sugerente que, además de brindarnos una visión coherente y lineal con sus propósitos posteriores, define con claridad etapas imprescindibles de su formación y vocación intelectual, además de informarnos acerca de la vastedad de su cultura.
Este, su acercamiento primario a la filosofía, culmina con la redacción de un total de siete cuadernos, el último de los cuales es la síntesis de los anteriores, y que fuera construido durante su estancia en México (1954-1956), aunque pudo haberlo iniciado, al menos como esbozo, desde su estancia en Guatemala en el mismo año 1954, si se parte del conocimiento que se tiene de los estudios de filosofía que se encontraba realizando durante su estancia en ese hermano país y en las propias revisiones a que somete los cuadernos que, como especie de un archivo errante, llevaba en su infaltable mochila de viajero insaciable.
Estos cuadernos, en la actualidad, forman parte de los fondos del archivo documental del Centro de Estudios Che Guevara, excepto el IV que nunca se ha encontrado, por lo que es de presumir que se haya quedado en México, cuando el propio Che, ya al triunfo de la Revolución Cubana, pidió que le fueran traídos por su amigo Roberto Cáceres, el Patojo, quien años más tarde cayera combatiendo por la liberación de su país, Guatemala. Es un dato relevante, porque corrobora su interés por la continuidad de los estudios filosóficos y, además, la importancia que le concedía al contenido de esos cuadernos como base primaria de ordenamiento y reflexión para empresas mayores, no solo desde una visión académica, sino fundamentalmente para ampliar su acervo desde una praxis política necesitada de un cuerpo teórico en correspondencia con el proyecto revolucionario que se proponía alcanzar la naciente Revolución Cubana.
De ahí, la decisión de que los Apuntes… comenzaran con el cuaderno de México por ser la síntesis de los anteriores, depurados por la lógica decantación de conocimientos más profundos, específicos y selectivos respecto a sus posiciones filosóficas y políticas, como es el caso de la definición del marxismo y de la biografía de Carlos Marx reelaboradas para el cuaderno. Se ha tratado de reproducir una parte considerable de los conceptos y autores, y de otros se citan solo las fuentes consultadas; el resto de los cuadernos -del I al VI, excepto el IV-, su estructura, relación de conceptos y la bibliografía empleada se incorporó a los Anexos, con el objetivo de proporcionar las pautas, no solo de forma sino también del contenido general de cada uno de ellos. Se cotejaron con los originales manuscritos del Che, aunque no siempre se han podido encontrar los textos referenciados, por ser en su mayoría ediciones de la década del cuarenta publicadas en Argentina. No obstante, a pesar de algunas inexactitudes se decidió su reproducción por el alto valor testimonial y de contenido que los mismos poseen y, corregir, en futuras ediciones, esas insuficiencias.
A continuación, le siguen los Cuadernos redactados entre 1965-1967, los que se acercan en su contenido al plan propuesto en la carta enviada a Hart. Cada cuaderno sigue un estilo y método similares a los anteriores de juventud, aunque indudablemente más agudos y reflexivos en su selección y comentarios. Se culmina con las anotaciones y valoraciones sobre algunos escritos de Louis Althusser, con lo que corrobora así lo expuesto en el punto VIII de su plan, con el título de Polémicas, y que expresa claramente hasta dónde se mantenía actualizado e informado de los debates más relevantes expuestos por pensadores marxistas de su tiempo, aun cuando difiriera de sus posiciones y criterios.
Además, aunque ya han sido publicados por otras editoriales, se ha decidido integrar, a modo de resumen, lo que hasta el momento se conoce de las lecturas realizadas por el Che durante la campaña de Bolivia, por formar parte de una continuidad y del plan en su conjunto, acerca de sus estudios de filosofía como un todo integral.
De igual modo, en los Anexos se incluye un listado de los libros sobre filosofía situados en el despacho personal de su vivienda, al tener una parte de ellos subrayados y con comentarios al margen, lo que denota su constancia y preocupación por alcanzar una formación más depurada en su afán por contribuir, desde un cuerpo teórico más profundo y radical, y respaldado por un análisis detallado de las obras de los clásicos del marxismo, al cambio emancipatorio de la humanidad en su conjunto.
Tanto el Centro de Estudios Che Guevara como la editorial Ocean Sur, consideran que con la publicación de Apuntes filosóficos se concluye un ciclo esencial de la vida y obra del Che, que abarca desde su adolescencia hasta su campaña de Bolivia, acrecentado en una magnitud superior por tratar de dar coherencia a un proyecto de transformación que enaltece su acto final de vida y esperanza. Con el ordenamiento cronológico y temático de sus últimos escritos teóricos se puede valorar, en su dimensión excepcional, el tesón y la voluntad que nunca dejara de asombrar a los millones que luchan por hacer suyos ideales tan nobles y paradigmáticos. Es nuestro homenaje más hondo en el 45 aniversario de su muerte, desde su ejemplo y aliento, porque como sentenciara para el presente y futuros tiempos: «[...] algún día tendremos también que pensar». ¡Hasta siempre!
Centro de Estudios Che Guevara
14 de junio de 2012
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