Washington, 2 may (PL)
Legisladores cubanoamericanos del estado de la Florida reaccionaron
agresivamente contra la decisión del gobernador Rick Scott de congelar
un proyecto de ley que prohíbe hacer negocios o contratar empresas que
tienen vínculos comerciales con Cuba.
Los representantes federales republicanos David Rivera, Mario
Díaz-Balart e Ileana Ros-Lethinen, a quienes se unió el excongresista
Lincoln Díaz-Balart, protestaron la decisión del gobernador estatal de
no hacer efectiva la ley firmada este lunes, hasta que sea avalada por
el Congreso y la Casa Blanca.
La reacción de los representantes
del ala más extremista de la emigración cubana en Miami contra Scott se
produjo después que la máxima autoridad del estado diera a conocer un
comunicado anunciando la no aplicación de la ley recién firmada.
El documento indica que "debido a que este conflicto podría existir,
las restricciones no entrarán en efecto a menos y hasta que el Congreso
apruebe, y el presidente (Barack) Obama firme, una ley que permita a los
estados imponer independientemente ese tipo de sanciones contra Cuba y
Siria".
Scott rubricó el proyecto de ley FHB 959, que limitaría
los negocios y contratos con estos dos países, en una ceremonia
celebrada este lunes en la Torre de la Libertad, ubicada en el downtown
de Miami, en medio del aplauso de líderes anticubanos y representantes
de grupos extremistas contrarrevolucionarios asentados en esa ciudad.
El representante federal republicano de origen cubano David Rivera,
amenazó al gobernador Scott con demandar su decisión ante las cortes de
justicia.
"Como contribuyente de la Florida que no quiere que su
dinero de los impuestos vaya a las empresas que hacen negocios con
regímenes terroristas, estoy más que dispuesto a demandar al gobernador y
al estado de Florida para forzar la aplicación de esta ley", manifestó
el legislador.
Rivera es uno de los más fervientes defensores de
la aplicación de medidas más duras que recrudezcan el criminal bloqueo
económico, comercial, y financiero que Estados Unidos impone a Cuba
desde hace más de medio siglo.
Ros-Lethinen, presidenta de la
Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de
Estados Unidos, también se opuso al comunicado del gobernador de la
Florida, argumentando que la FHB 959 "se convirtió en ley cuando fue
firmada y no será cambiada por una declaración".
"Creo que no es
contraria a la ley federal y, por eso, esta ley está vigente. No pienso
que requiere más autorización congresional", dijo la legisladora,
también de origen cubano.
Por su parte, Edie Ousley,
vicepresidenta del departamento de prensa y relaciones públicas de la
Cámara de Comercio de Florida, afirmó a medios de prensa locales que
"una ley como esta puede enviar un mensaje negativo a nivel
internacional".
"Este proyecto de ley es probablemente
inconstitucional y puede tener consecuencias no deseadas con nuestros
socios comerciales internacionales", indicó Ousley.
La polémica
ley en Florida es parte del esfuerzo por mantener el bloqueo económico
contra la isla, que ha costado más de 975 mil millones de dólares y
constituye una violación de la Carta de Naciones Unidas y de las normas
del Derecho Internacional. |
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