Managua,
3 may (PL) El comandante nicaragüense Tomás Borge descansa como él
quiso, junto a los restos de otro fundador del Frente Sandinista de
Liberación Nacional: Carlos Fonseca, en sepultura tras acto masivo
anoche encabezado por el presidente Daniel Ortega.
Salvas al aire en honores militares, corneta que llama al silencio, una
multitud compacta rodeando la tumba, en espacio construido al pie del
mausoleo a Fonseca en la Plaza de la Revolución en Managua, mientras
transmisiones en vivo por la televisión daban cuenta del suceso.
Allí estaban Ortega, Rosario Murillo, familiares del difunto,
delegaciones de diversos Estados, fue solo el adiós al cuerpo inerte,
porque los ideales de Borge seguirán trazando caminos para Nicaragua, de
ello dio muestras el pueblo y el Parlamento en justa valoración del
hombre estimado por su lealtad, arrojo, sentido crítico para reconocer
errores propios y vocación unitaria.
Miles de personas y
representantes de gobiernos, partidos y organizaciones de América Latina
participaron en el homenaje, que momentos antes tuvo como escenario la
cercana Plaza de la Fe, donde el Presidente y el Cardenal Miguel Obando
centraron las intervenciones.
En ambas plazas el cariño y la
admiración hacia el revolucionario, el último de los fundadores del
Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que quedaba con vida.
Con pensamiento de Fidel Castro, resumió Ortega, quién fue Tomás: "el
poeta, el escritor, el hermano", para el que se desea que "sus ideas
brillantes y valientes prevalezcan", como escribiera el líder cubano en
dedicatoria, tras leer el libro Un grano de Maíz, aquella legendaria
entrevista que Borge le hiciera en La Habana en 1992.
El féretro
con el cuerpo de Borge acompañó a la multitud en la Plaza de la Fe y
"estoy seguro que Tomás está reventando de alegría", con esta juventud,
con este pueblo, con esta Nicaragua que venimos construyendo, cristiana,
socialista y solidaria, afirmó el mandatario de esta nación
centroamericana.
Por acuerdo con carácter póstumo, el destaco
luchador recibió la máxima condecoración que concede el Ejército de
Nicaragua, entregada por el mandatario a la viuda de Borge, Marcela
Pérez.
El dignatario agradeció las múltiples muestras de
solidaridad recibidas y compartió con los presentes las misivas de
pésame de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y Venezuela, Hugo
Chávez, a quien deseo salud para continuar la lucha bolivariana por su
pueblo y las otras naciones del mundo.
El comandante Tomás Borge
fue un revolucionario con el más alto grado de patriotismo que amó a
Nicaragua sin importarle su propia vida, aseguró en la tribuna de La Fe
el cardenal Miguel Obando.
Asistieron acto el vicepresidente de
la República, Omar Halleslevens; la coordinadora del Consejo de
Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo; el vicepresidente de los
Consejos de Estado y de Ministros de Cuba Ramiro Valdés y el canciller
de Venezuela, Nicolás Maduro.
También participaron la Premio
Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, el presidente de la Asamblea
Nacional de El Salvador, Sigfrido Reyes, representantes del cuerpo
diplomático acreditados aquí, René Núñez, titular del Parlamento
nacional, y altos funcionarios de todos los poderes del Estado, entre
otras personalidades.
Nacido el 13 de agosto de 1930, Borge
falleció el pasado 30 de abril, luego de varias semanas en terapia
intensiva del hospital militar en esta capital donde fue intervenido
quirúrgicamente debido a una afección pulmonar por tumoración
cancerígena.
En duelo nacional por tres días, las honras
fúnebres comenzaron el 1 de mayo; decenas de miles de compatriotas
acudieron al Palacio Nacional, donde estuvo expuesto el ataúd, mientras
en la aledaña Plaza la Revolución hubo horas concierto para cantarle a
la vida, porque a Tomás los nicaragüenses lo ven como a un "vencedor de
la muerte". |
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