9 de mayo de 2012

Atentan contra observadores de ONU en Siria; no se reportan fallecidos




Dos de los soldados heridos por la explosión. Foto: Louai 
Beshara/AFP.
Dos de los soldados heridos por la explosión. Foto: Louai Beshara/AFP.
Por Ana Garralda


Los observadores internacionales que velan por el alto el fuego en Siria tampoco están exentos de la violencia. Esta mañana un vehículo militar sirio que escoltaba a un convoy de Naciones Unidas en el que viajaban una decena de observadores, recibió el impacto de una fuerte explosión segundos después del paso de los vehículos de la ONU, según informó el canal progubernamental sirio Addounia.
No se tiene constancia de que ninguno de los observadores haya resultado herido aunque sí han sido alcanzados ocho guardas locales, según la agencia Reuters. Un periodista de Associated Press, que viajaba con el convoy, ha rebajado esta cifra a tres y les describía como “huyendo, ensangrentados” tras producirse la explosión. En uno de los vehículos viajaba Robert Mood, general noruego y jefe de esta misión de la ONU que habría resultado ileso, de acuerdo al relato de los reporteros. Ningún grupo armado ha reclamado hasta el momento la autoría del ataque.
La fuerte explosión ha tenido lugar esta mañana cuando el convoy de Naciones Unidas se desplazaba hacia la ciudad de Deraa, al sur del país, zona eminentemente agrícola y el primer foco del rebelión en marzo de 2011 contra el régimen de Bachar el Asad. Desde entonces al menos 9.000 personas habrían perdido la vida, según datos de Naciones Unidas. Las autoridades sirias rebajan este número a menos de 4.000, de acuerdo a los datos oficiales proporcionados por el régimen el pasado mes de febrero.
El mes pasado, unos cincuenta observadores se desplegaron en Siria como parte de la misión conjunta de Naciones Unidas y la Liga Árabe con el objetivo de velar durante un plano inicial de tres meses por el mantenimiento del alto el fuego, acordado entre el régimen y las fuerzas de la oposición a mediados del mes de abril. Sin embargo, la tregua es violada permanentemente por ambas partes y hay víctimas a diario en distintos puntos del país. En Damasco, varios soldados leales al gobierno han muerto este miércoles en un ataque contra el autobús en el que viajaban, según la oposición que cifra el número de bajas en siete. Otra veintena habría perdido la vida ayer tras los enfrentamientos entre las fuerzas leales al régimen y los rebeldes. Además, continúan los arrestos y la quema de casas en las aldeas de la provincia Deir al Zor, en el centro de Siria, así como los bombardeos en Duma, a poco más de 10 kilómetros de Damasco.
El enviado de la ONU para Siria, el ex secretario general Kofi Annan, que tiene previsto viajar a Siria en las próximas semanas, dijo este martes al Consejo de Seguridad que su plan de seis puntos es “posiblemente la última oportunidad para evitar una guerra civil” y denunció las constantes violaciones del alto el fuego. Annan también señaló al presidente sirio, Bachar el Asad, como el máximo responsable para terminar con la violenta campaña militar orquestada por la élite en el poder.
Mientras tanto, es constante el tráfico de armas en la porosa frontera sirio-libanesa. “Tenemos razones para pensar que hay un flujo constante a ambos lados de la frontera”, decía a los 15 miembros del Consejo de Seguridad este martes Terje Roed-Larsen, el enviado especial de Naciones Unidas para la aplicación de la resolución 1701 que llama al desarme de las milicias libanesas. Armas que llegan mayoritariamente desde el puerto libanés de Trípoli, a menudo procedentes de Libia.
(Tomado de El País)

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