13 de abril de 2012

Provocación británica en Malvinas genera repudio en Argentina







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Buenos Aires: El envío de un buque misilístico británico de protección aérea a las islas Malvinas solo puede catalogarse hoy como una provocación y una militarización de la región, manifestó el ministro argentino de Defensa, Arturo Puricelli.

No existe en América del Sur una fragata de estas capacidades, significó Puricelli la víspera al referirse al desplazamiento hacia el Atlántico Sur del destructor HMS Dauntless, uno de los navíos más modernos del Reino Unido, país que en 1833 usurpó por la fuerza este territorio argentino.

El titular de la cartera castrense subrayó en declaraciones a la televisora pública que semejante proceder "indudablemente hace a una vocación de Inglaterra de sustentar la usurpación con el único derecho que es la fuerza".

En ocasión de cumplirse el 30 aniversario de la guerra de las Malvinas, el pasado 2 de abril, el gobierno británico anunció la decisión de enviar a la zona en litigio el HMS Dauntless, un destructor equipado con misiles Sea Viper que entró en servicio en noviembre de 2010.

Este lunes, el canciller Héctor Timerman acusó aquí a Gran Bretaña de realizar un bloqueo contra los argentinos al mantener ocupadas ilegalmente las Malvinas, y condenó además el hecho que esas islas sean "el territorio más militarizado del mundo".

Timerman recordó que en ese territorio hay un soldado y medio por cada tres habitantes sin ninguna justificación, porque -subrayó- no existe amenaza militar alguna.

El propio jefe de la diplomacia argentina había emplazado a Londres, a fines de marzo último, a brindar garantías respecto a la ausencia de armamento nuclear en el Atlántico Sur, sin que hasta ahora emergiera ninguna respuesta de la potencia europea.

Al respecto, la cancillería argentina emitió luego un comunicado en el cual reiteró su preocupación de que Gran Bretaña viole nuevamente la zona libre de armas nucleares en el Atlántico Sur, tal como ya lo hizo en el pasado en forma secreta.

En diciembre de 2003, indicó la nota oficial, el gobierno británico se vio obligado a admitir públicamente que la Fuerza de Tareas desplazada a esa zona durante el conflicto de las Malvinas en 1982 "incluyó navíos con armamento nuclear y que, además, ocurrieron incidentes con motivo de su manipulación".

El texto concluía con un nuevo exhorto al Reino Unido a que confirme la ausencia de armas nucleares en el Atlántico Sur y cumpla con las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas, que instan a ambas partes a negociar para concluir pacíficamente la situación colonial de las islas Malvinas.

(Tomaqdo de Prensa Latina)

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