29 de abril de 2012

Milicia de exinsurgentes libios toma aeropuerto de Benghazi

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Trípoli, 29 abr (PL) Milicianos libios mantenían hoy el control del principal aeropuerto de Benghazi para exigir al autoproclamado gobierno del Consejo Nacional de Transición (CNT) demandas supuestamente ligadas a cuotas de poder y reinserción social.

  Fuentes militares confirmaron que los antiguos insurgentes seguían desplegados con armas de diverso calibre en el aeródromo de Benina, en la segunda ciudad más importante de Libia, situada en el oriente y considerada cuna de la revuelta del año pasado contra Muamar El Gadafi.

Los miembros de la milicia, cuyas reivindicaciones no fueron reveladas a la prensa, detuvieron todo la actividad en ese aeropuerto el sábado y aseguraron que mantendrán su protesta hasta que sus exigencias sean cumplidas.

El incidente ocurrió después de que cuatro personas fueron heridas por una explosión en una corte de Benghazi, territorio donde facciones políticas y milicias que lucharon subordinadas al CNT contra El Gadafi defienden el federalismo tras declarar la autonomía de Cirenaica.

La toma de la terminal aérea y el bombazo también coincidieron con el agravamiento de la inestabilidad política en Libia, luego que el liderazgo del CNT, que actúa como presidencia de facto, destituyó el pasado miércoles al gobierno del primer ministro Abdel Rahim El-Keib..

Precisamente, la falta de consenso sobre qué figuras encabezarán el nuevo gabinete, a menos de dos meses de las elecciones para una Asamblea Constituyente, hizo que las autoridades libias retrasaran dos días la noticia de la remoción del ejecutivo.

El-Keib culpó al CNT de entorpecer la gestión del gobierno y de obstruir sus esfuerzos para que se celebre en tiempo la votación del 19 de junio que elegirá la asamblea de 200 delegados que redactará la Constitución del país y asumirá la jefatura temporal del Estado.

Entretanto, círculos políticos y periodísticos en Trípoli evitaron comentar la incautación por autoridades del Líbano de un voluminoso cargamento de armas libias a bordo de un barco que pretendía trasladarlas a Siria para la oposición al presidente Bashar Al-Assad.

Líderes del CNT negaron cualquier involucramiento directo, pese a que el barco interceptado en el mar Mediterráneo contenía granadas autopropulsadas, municiones de artillería pesada y explosivos de fragmentación procedentes de Trípoli, Benghazi y Misratah.

El buque de bandera sierraleonesa pasó por puertos de Turquía y Egipto, y debía llegar a la rada de la ciudad de Trípoli, en el sur libanés, pero a última hora se le indicó atracar en Selaata, donde se detectó el alijo en varios contenedores, indicaron fuentes de Beirut.

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