Trípoli,
29 abr (PL) Milicianos libios mantenían hoy el control del principal
aeropuerto de Benghazi para exigir al autoproclamado gobierno del
Consejo Nacional de Transición (CNT) demandas supuestamente ligadas a
cuotas de poder y reinserción social.
Fuentes militares confirmaron que los antiguos insurgentes seguían
desplegados con armas de diverso calibre en el aeródromo de Benina, en
la segunda ciudad más importante de Libia, situada en el oriente y
considerada cuna de la revuelta del año pasado contra Muamar El Gadafi.
Los miembros de la milicia, cuyas reivindicaciones no fueron reveladas a
la prensa, detuvieron todo la actividad en ese aeropuerto el sábado y
aseguraron que mantendrán su protesta hasta que sus exigencias sean
cumplidas.
El incidente ocurrió después de que cuatro personas
fueron heridas por una explosión en una corte de Benghazi, territorio
donde facciones políticas y milicias que lucharon subordinadas al CNT
contra El Gadafi defienden el federalismo tras declarar la autonomía de
Cirenaica.
La toma de la terminal aérea y el bombazo también
coincidieron con el agravamiento de la inestabilidad política en Libia,
luego que el liderazgo del CNT, que actúa como presidencia de facto,
destituyó el pasado miércoles al gobierno del primer ministro Abdel
Rahim El-Keib..
Precisamente, la falta de consenso sobre qué
figuras encabezarán el nuevo gabinete, a menos de dos meses de las
elecciones para una Asamblea Constituyente, hizo que las autoridades
libias retrasaran dos días la noticia de la remoción del ejecutivo.
El-Keib culpó al CNT de entorpecer la gestión del gobierno y de
obstruir sus esfuerzos para que se celebre en tiempo la votación del 19
de junio que elegirá la asamblea de 200 delegados que redactará la
Constitución del país y asumirá la jefatura temporal del Estado.
Entretanto, círculos políticos y periodísticos en Trípoli evitaron
comentar la incautación por autoridades del Líbano de un voluminoso
cargamento de armas libias a bordo de un barco que pretendía
trasladarlas a Siria para la oposición al presidente Bashar Al-Assad.
Líderes del CNT negaron cualquier involucramiento directo, pese a que
el barco interceptado en el mar Mediterráneo contenía granadas
autopropulsadas, municiones de artillería pesada y explosivos de
fragmentación procedentes de Trípoli, Benghazi y Misratah.
El
buque de bandera sierraleonesa pasó por puertos de Turquía y Egipto, y
debía llegar a la rada de la ciudad de Trípoli, en el sur libanés, pero a
última hora se le indicó atracar en Selaata, donde se detectó el alijo
en varios contenedores, indicaron fuentes de Beirut. |
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