Una multitudinaria concentración popular rodeó hoy la embajada de Cuba en Caracas, en desagravio por el asedio a esa sede diplomática perpetrado por la ultraderecha venezolana una década atrás.
El 12 de abril de 2002, varios centenares de opositores liderados por el entonces alcalde del municipio de Baruta y hoy candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, mantuvieron por unas 36 horas un violento asedio al inmueble donde radica la embajada, al que intentaron penetrar por la fuerza.
Esa acción se desarrolló tras el golpe de Estado contra el presidente constitucional, Hugo Chávez, realizado la víspera e aquel día, con el pretexto de que el vicepresidente ejecutivo del gobierno, Diosdado Cabello, se había refugiado en la sede diplomática.
La firme resistencia de los diplomáticos y funcionarios cubanos, en condiciones muy difíciles, pues les habían cortado los suministros de agua y energía eléctrica, impidió la entrada a ese territorio de Cuba en tierras venezolanas y frustró la intentona ultra derechista.
Una década después de aquellos hechos, Diosdado Cabello, actualmente presidente de la Asamblea Nacional y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sí estuvo en la embajada, donde fue recibido con todos los honores por el embajador, Rogelio Polanco.
Cabello presidió hoy el acto de desagravio y en homenaje al pueblo cubano, junto con el Canciller, Nicolás Maduro, la Procuradora General de la República, Cilia Flores; el gobernador del estado Vargas, Jorge García Carneiro, y los ministras de Salud, Eugenia Sader, y de la Juventud, María del Pilar Hernández.
“El 12 de abril quedará marcado en la historia como el día en que el fascismo mostró su verdadera cara”, dijo el canciller Maduro, en un emotivo discurso pronunciado desde la tribuna instalada frente a la puerta de entrada de la sede diplomática cubana.
Maduro rememoró algunos hechos de ese día, que -dijo- dejaron claro la posición apátrida y violenta de la derecha venezolana, expresado en el intento de asalto a la embajada cubana y la violenta detención del entonces ministro Ramón Rodríguez Chacín en su residencia.
Ambos hechos, recordó el canciller venezolano, fueron liderados por Capriles, actual candidato presidencial de la ultraderecha.
Por su parte, el embajador Polanco, al saludar a los centenares de venezolanos reunidos en las afueras de la sede diplomática, expresó que la relación entre Cuba y Venezuela es indestructible.
“Hoy los recibimos a ustedes al igual como al apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, vino a Venezuela a rendir a tributo al Libertador de América, Simón Bolívar”, expresó.
“Pero el homenaje mayor es para el presidente Chávez, a quien intentaron asesinar en aquella jornada (abril de 2002), que algunos pretender olvidar”, manifestó finalmente Polanco.
Relaciones transparentes
El reconocido periodista venezolano José Vicente Rangel, destacó este jueves la transparencia y fortaleza de las relaciones entre Caracas y La Habana, al tiempo que llamó al pueblo venezolano a asumir la defensa de esos vínculos ante las constantes agresiones de la ultraderecha en el país y sus aliados imperiales.
Durante la presentación del libro Abril sin censura, en los espacios del teatro Principal de Caracas, el intelectual exhortó a que “salgamos al paso de la manipulación de la relación Cuba-Venezuela por parte de los enemigos”.
Rangel enfatizó que en contraposición a las declaraciones de la derecha, cuyos voceros hablan de una supuesta la cubanización de Venezuela, los vínculos entre ambas naciones están enfocados en beneficiar a la ciudadanía.
Manifestó que contrario a las prácticas represivas y de apoyo al terrorismo ejecutadas por los gobiernos de la Cuarta República, la Revolución no trae de Cuba a un Luis Posada Carriles, sino a médicos que han estado al servicio del pueblo venezolano.
José Vicente rechazó las acusaciones realizadas por una vocera de la ultraderecha, quien dijo que un grupo militar proveniente de la mayor de las Antillas participa en la formación de oficiales y toma de decisiones en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), y las calificó como una vulgar intriga. Aclaró que la FANB “es una fuerza patriótica que no acepta injerencias de nadie”.
Afirmó además que esos voceros de la burguesía no repudian que durante los gobiernos de la Cuarta República hayan existido una misión militar estadounidense instalada en varios cuarteles y academias militares del país, lo que a su juicio si representaba una clara injerencia en las políticas en materia de Defensa de Venezuela.
Por último, recordó que como ministro de la materia durante los primeros años de la Revolución, tuvo “el honor de ser el vocero del presidente Chávez para comunicarle a la embajadora de EE.UU. en el país que a partir de ese momento los representantes militares gringos tenían que abandonar las oficinas”.
En imágenes, el asedio a la Embajada de Cuba en Caracas, abril 2002
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