El presidente ruso Dimitri Medvedev denunció el jueves en Moscú a los provocadores y extremistas de la oposición que fomentan el caos apoyados por fuerzas extranjeras, pero al mismo tiempo afirmó que había escuchado las aspiraciones de cambio y prometió una reforma política, en su discurso anual ante el parlamento, al referirse a los movimientos de protesta contra el resultado de las elecciones legislativas del 4 de diciembre pasado.
“El derecho de la gente a expresar su opinión a través de todos los medios legales está garantizado, pero las tentativas de manipular a los ciudadanos rusos, de inducirlos a error, de atizar los conflictos sociales son inaceptables”, afirmó Medvedev, retomando las críticas del primer ministro Vladimir Putin, que acusó a Estados Unidos de estar detrás de las protestas en Rusia.
“Rusia necesita democracia y no caos”, destacó el presidente ruso en su discurso ante el parlamento, dos días antes de una gran manifestación opositora convocada para el sábado en Moscú.
“No dejaremos a los provocadores y extremistas arrastrar a la sociedad en sus aventuras. No toleraremos tampoco la injerencia del extranjero en nuestros asuntos internos”, agregó el presidente ruso, que anunció al mismo tiempo su intención de propulsar una reforma electoral.
“Propongo un reforma completa de nuestro sistema político”, dijo Medvedev, cuya intención es restaurar la elección directa de los gobernadores de las regiones, suprimida en 2004, y una flexibilización de las reglas electorales.
“Escuché a los que hablan de la necesidad de cambios. Hay que otorgarle a todos los ciudadanos la posibilidad de participar en la vida política”, dijo Medvedev.
La reforma incluye la flexibilización de las reglas de inscripción de los partidos políticos, y rebajar de dos millones a 300.000 la cantidad de firmas necesarias para poder presentarse a la elección presidencial.
(Con información de AFP)
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